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Francisco Giarcovich |
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Francisco Giarcovich |
En
los dieciséis relatos en primera persona de Zambullida, la voz de Salomé
Wocholosky sumerge a quien lee en la construcción de una subjetividad que
si bien se desentraña a medida que la narración avanza, también desde el
comienzo se explícita, se desnuda, se deja ver. El procedimiento, que sigue la
corriente aparente de la oralidad, arma en cada historia un puente entre la
palabra y su fondo emocional. No frías conceptualizaciones, no análisis ni
abstracciones, nada de esas zonas muertas que distancian. La frescura conjugada
con la reflexión, la ternura extraída de la misma fuente del desamparo, el humor,
el sentimiento de inadecuación, y la disidencia política -gordx, lgtbi, de género-
se revelan como consecuencias de una lúcida sensibilidad, a veces descarnada: Vi
en sus ojos lo que llevaban los míos, eso que después y ya antes había sentido,
que se notó e intenté tapar: desprecio. Despreciándola me despreciaba.
Efecto de interpelación y belleza produce la lectura de Zambullida,
libro que también puede ser un dinámico anecdotario, un punteo de sucesos
biográficos transformados por la ficción. Si un hilo cose todos los retazos con
los que Wocholosky compone esta estampa conmovedora es el de la falta
original: Una sed de amor, como se titula el último relato. Pero leer a
Salomé puede sin embargo desconcentrarnos del dolor, por el rato que estamos
frente a estás páginas dejarnos imbuir por el alivio de una literatura que
batalla contra la dureza del mundo.
Paula Jiménez España
Salomé Wochocolosky nació el 6 de marzo de
1980 en el barrio de Villa Crespo. Estudió Sociología. Coordinó talleres de escritura
y literatura en bachilleratos populares y en el Hospital de Emergencias
Psiquiátricas Alvear. Militante y activista gorda y por las disidencias
sexuales de género e identitarias. Escribe cuentos, crónicas, relatos y alguna
que otra poesía.
Ilustración de tapa : Hexico
Fotografía de autora :
Noelia Monópoli
Un
texto es una forma de atentado, en el sentido en que dinamita lo establecido,
rompe con las seguridades preexistentes e instaura una nueva realidad,
precursora, casi siempre más angustiante que la anterior. En las situaciones de
peligro extremo, escribir es una manera de poner distancia de la tragedia, es
digamos, un ansiolítico natural que nos regala el psiquismo para no sucumbir a
la angustia.
Nuestra
época, y nuestros contemporáneos, encarnan el déjà vu de un antisemitismo
desinhibido como una forma de enfermedad social renovada, esta vez, bajo el
signo del Bien y con el aval del campo cultural, cuándo no. El arte es también
criminal, sobre todo cuando se proclama en nombre del Bien. Los relatos de Tali
Goldman marcan una ruta posible en el mapa actual, una ruta policíaca, sin
impostura, que investiga historias de vidas argentinas, judías, bajo la
dictadura militar de Videla y el atentado a la AMIA.
En
Cómo se puede querer tanto a alguien, las diversas crónicas se encastran
como una Mamushka. Diana Malamud pierde a su marido en la AMIA y queda viuda
con dos hijas. Pero antes de todo eso, en 1976, se exilia después de un
terrible allanamiento en su casa y logra huir gracias a un operativo secreto,
liderado por Dany Recanati. Un israleí que arriesga su vida y la de su familia
para salvar a 400 argentinos judíos de la feroz dictadura en Argentina. Esa
misma dictadura es la que arrebata a Ezequiel Rochistein del vientre de su
madre. Décadas después, ya abogado y trabajando en la Fuerza Aérea, descubre
que su identidad es otra: no es hijo de un militar, sino uno de los nietos
buscados por Abuelas de Plaza de Mayo. En 2020, en plena pandemia, Ezequiel
recibe una misión secreta que lo conecta con su pasado más hondo.
Como
un documental en prosa, la escritura de Tali Goldman, nos muestra la
aventura de los infiltrados, los agentes secretos y personas con falsas
identidades, de ahí su valor testimonial pero también literario, en una época
de enajenación de las identidades.
Ariana Harwicz
Tali Goldman (Buenos Aires, 1987) es
Licenciada en Ciencias Políticas (UBA) y magíster en Escritura Creativa
(UNTREF). Trabajó como periodista en la Revista Veintitrés, El Argentino, Radio
Nacional y Futurock, entre otros. Actualmente es guionista de podcast y
colabora en las revistas Gatopardo y Anfibia. En 2018 publicó La Marea
sindical. Mujeres y gremios en la nueva era feminista (Editorial Octubre)
que ganó el premio de la escuela de periodismo TEA en la categoría crónica
periodística. Es autora del libro de relatos Larga Distancia (Concreto
editorial) que obtuvo una mención especial en los premios nacionales del 2022.
Publicó un perfil de Diego Maradona en el libro “Ídolos” (Editorial UDP),
editado por Leila Guerriero. La crónica “Cómo se puede querer tanto a alguien”
resultó ganadora del concurso por los diez años de La Agenda.
Fotografía de autora : Noelia Monópoli
Fotografía de tapa : Archivo personal de Diana Wassner