Estos relatos de Fernanda Trías puntean algunas notas del presente o, tal vez de todos los presentes; la soledad, la violencia, el dolor, los quiebres, la enfermedad, los destiempos. Pero hay en ellos un más allá de los “temas” donde habita un deseo de escribir y su réplica, el deseo de seguir leyendo. Son cuentos largos, tensos, de violencias contenidas y situaciones amargas, narrados, en general, por voces de mujeres excluidas: de un triángulo amoroso, de un vínculo maternal antes declinado o del trabajo indigno que una joven migrante pobre encara en una gran ciudad. Varios son relatos que impulsan algún tipo de vida mientras otro grupo de historias alternan con la muerte: un sepulturero que dice estar tranquilo con ella o un grupo de desconocidos que se aglutinan para sostener la memoria de sus muertos en una especie de comunidad sacrificial y autodestructiva. Un límite que es fuego, desgracia, ruina pero también escritura que se sigue en un cuaderno y no se sabe dónde va a parar. En medio de esas batallas impiadosas, Trías compone escenas imborrables con lenguajes bellamente afilados. El título No soñarás flores aproxima el grito de una referencia imposible; detrás de él podremos amarrar seguros nuestro paciente desconcierto de lectores.
Nora Domínguez