viernes, 15 de septiembre de 2017

LA PRIMERA PIEDRA - FOTOCOPIA de Facu Soto

Gracias a Gustavo Yuste y a la hermosa revista La Primera Piedra por los comentarios de FOTOCOPIA, de Facu Soto.
Pueden leerla en el siguiente link: http://www.laprimerapiedra.com.ar/2017/09/resenas-caprichosas-fotocopia-facu-soto/


RESEÑAS CAPRICHOSAS – “FOTOCOPIA” DE FACU SOTO: LAS NUEVAS FAMILIAS Y LOS MISMOS SENTIMIENTOS

Escrito por Gustavo Yuste 15 septiembre, 2017

La novela Fotocopia (Paisanita, 2017) de Facu Soto muestra en primera persona cómo el concepto de familia y sus vínculos se van aggiornando al siglo XXI, muchas veces a pesar de los propios protagonistas. Un padre homosexual y una hija que empieza a transitar la adolescencia narran, cada uno a su modo, cómo es construir y reconstruir una relación afectiva a pesar de los prejuicios sociales y las historias personales.



Sobre el autor 12666272_10153950663014044_1475472033_n

Facu Soto (Rodolfo Facundo Soto) nació el 30 de marzo de 1972 en Buenos Aires. Es escritor, periodista y  psicólogo. Fue jugador de fútbol en Los Dogos. Lleva editados varios libros en distintos géneros, donde escribe sobre la sexualidad, sobre la búsqueda, sobre los encuentros. Algunos de los últimos, por citar algunos, son El club de la paja (Eloísa Cartonera, 2016), El brillo de tus braquets (27 pulquis, 2016) y El cielo en la mesa (Subpoesía, 2016).

Las nuevas familias y los mismos sentimientos

Luca Prodan ya decía que el tiempo pasa y nos vamos volviendo tecknos, pero en el medio todavía quedan los mismos sentimientos tratando de reacomodarse a los cambios que la sociedad y las nuevas formas de pensar van acometiendo. En ese sentido, Fotocopia (Paisanita, 2017) de Facu Soto se encarga de hacer foco en la relación entre un padre homosexual y una hija que empieza a transitar la turbulenta adolescencia. Este dúo disparejo, que toma recursos de la ficción y la autobiografía, seduce al lector de entrada.
A partir de los testimonios intercalados de ambos protagonistas, la novela muestra ambos puntos de vista, pudiendo el lector ver los lugares de contacto y las zonas ásperas entre un adulto que se anima a vivir su sexualidad libremente y una hija que tiene nuevas piezas para agregar a un rompecabezas que no está completo y quizás nunca llegue a estarlo, solo que no lo sabe. El autor, con malicia y habilidad, a veces juega con los límites y no es simple distinguir quién es quién. Eso, lejos de ser una dificultad, agrega encanto a la historia.


cosas que si se ve todo en la dirección contraria. De esa manera, la revolución personal ya no es vivida por un adolescente, sino por alguien que ya atravesó ese sismo en miniatura hace rato. Tratando de no hacer una fotocopia de los errores que los antepasados cometieron, la historia gana en profundidad y emotividad.
Con momentos de drama y otros de diversión, muchas veces mezclados entre sí, la agilidad de Fotocopia hace que el lector caiga en la trampa propuesta por el autor: atraer mediante lo falsamente simple a  tomar un cóctel cargado de sentimientos. Esta novela, la tercera de Facu Soto, tiene grandes hallazgos, entre los que cabe destacar el apelar a la empatía de un lector que no necesita ser padre, hijo o vivir una crisis personal, pero que sin lugar a dudas también debe estar batallando para ver cómo reacomodar sus sentimientos a una vida que no está hecha para tener paciencia.

lunes, 4 de septiembre de 2017

FOTOCOPIA de Facu Soto en Boquitaspintadas

Gracias a Boquitas pinadas de La Nación por esta hermosa nota sobre FOTOCOPIA, la novela de Facu Soto.Pueden leerla también en el siguiente link: http://blogs.lanacion.com.ar/boquitas-pintadas/arte-y-cultura/fotocopias-un-libro-de-relatos-apto-para-padres-e-hijos-gays-y-no-gays/


Fotocopia, un libro de relatos apto para padres e hijos (gays y no gays)


Fotocopia, la nueva novela de Facu Soto, por Paisanita Editora. Carrera prolífica la de Soto, con 20 libros en apenas 6 años de producción literaria. Esta vez se trata de un texto que reúne dos diálogos, en un total de 139 páginas, que pueden ser leídos por padres, hijos, gay y no gay, porque la trama trabajaba el tema de las relaciones, la no aceptación de los padres por parte de los hijos, la vida artística de ellos, lo que se puede dejar de lado y lo que no, entre otros tópicos. Sin excesos, superponiendo en forma ordenada, los intentos del padre por solidificar una relación que no es aceptada por parte de su hija, estos personajes nos hablan de la comunicación y de lo que hay detrás de lo que no se ve (el padre del protagonista y la mamá de la nena, que aparece tan ausente como presente, de manera elíptica).

Con un estilo pop, a lo Manuel Puig, el narrador desaparece de la literatura para darle lugar a los verdaderos protagonistas de esta historia, tan real como conmovedora.
Este es un diálogo de Boquitas pintadas con el autor.  
- ¿Qué leías en el momento de escribir el libro?
- Aunque no lo creas, tengo muy separada mi vida literaria de la vida familiar o personal, por decirlo de alguna manera… Hay gente que se cree todo lo que escribo y está bien. Pero en la medida en que uno escribe ya es ficción. Estaba leyendo, en realidad releyendo, unos de mis libros favoritos La traición de Rita Hayward. También, Heroína de Tomasz Piatek, los cuentos de Mariana Enríquez, Dani Umpi, no sé, las escribí hace un par de años, más no me acuerdo.
- ¿Qué cosas creés que tenés de Puig o al menos se ponen en evidencia en este libro?
- Bueno, me gusta Puig  no sé, tenemos eso  de describir lo contemporáneo, una prosa bastante de pop (salvando las distancias de lo magistral que es Puig y mi obra). Me encanta el ambiente que crea. Las palabras que usa… Nos diferenciamos, quizás, en que él retrata a la perfección el universo femenino. Yo no lo conozco tanto y me angustia bastante. Entonces, en vez de focalizarme en una ama de casa que cose al crochet me focalizo en chicos que juegan al fútbol o en un desarrollador de software o en un chico que lava el auto los domingos en la vereda de su casa, que es el universo que conozco y el que me interesa.
- ¿De qué habla Fotocopia?
- Este libro son dos diálogos, el de una nena y el papá gay. La nena no acepta al freeky de su papá y el papá hace lo posible para recuperar su amor, pero tampoco deja su vida por eso; porque en algún punto no pierde el equilibrio, o sí; no se sabe. Los diálogos del papá, a medida que avanza el libro, son cada vez más largos y los de la nena van desapareciendo hasta que queda una solo línea… Después el papá le dice, no importa, te acepto como sos, acepto como se dieron las cosas. Quiero que sepas, como dice Charly, que si te sentís mal o sola, yo voy a estar pensando en vos…En Fotocopia hay un giro, en el medio del libro, donde se deshace el nudo y se entiende por qué el libro se llama así, y ahí el protagonista entiende, de alguna manera, por qué su hija se comporta de esa manera… Los hijos somos los síntomas, los emergentes de los errores de nuestros padres… Digamos que mira para atrás y se da cuenta de que él tiene algo que ver en ese rechazo… Ve su relación con su propio padre y algo se esclarece. Eso, es muy psicoanalítico, muy Puig… Lo que no comparto con Puig es el ambiente de pueblo, de los chismes que circulan e invaden la atmósfera del pueblo. Mis personajes son súper urbanos…
Facundo Soto
- En Fotocopia los diálogos funcionan como algo orgánico. No hay otra cosa más que diálogos…
- La mirada microscópica… Sí, yo en una época quería escribir un libro pensando que cada capítulo fuera la parte del cuerpo de una persona. Describir el perfil de la cara en el capítulo uno que correspondía a la cara, etc. Pero era una locura hacer eso, y deseché la idea porque no se entendía nada. Influenciado un poco por La traición de Rita Hayward, tengo la primera edición, la de Jorge Álvarez Editores, a quien pude entrevistar para Soy. Me acuerdo que yo estaba re contento cuando lo iba a ver al geriátrico. Decía, no puede ser que esté hablando con el hombre que descubrió a Puig, a Spinetta, a Charly, que publicó a Piglia, a Viñas… El tipo pedía cocaína para dar notas o los puteaba a los periodistas pero conmigo fue buena onda. Le llevé mi último libro mío y croissants…  En primer plano está la oralidad, pero escrita; esos juegos me gustan. En los diálogos se puede leer la forma que cada uno tiene de escuchar. O sea que no es algo copiado tal cual de la realidad, porque la voz de la nena está pasada, filtrada, transformada, interpretada, recortada, por el autor. Por eso el arte no es copia fidedigna de la realidad. No es una foto. En este caso sería una fotocopia. En Fotocopia, encadeno los acontecimientos para llegar a un final. Mientras tanto hay pequeños juegos que un lector avispado los descubre, y es ahí donde se produce ese insight que tanto me gusta, como lector y como escritor. Me gusta producir efectos en el lector. Ese efecto de sorpresa me parece genial, porque cuando a mí me pasa como lector me encanta.
- ¿Y en el caso de Fotocopia?
- En el caso de Fotocopia en la primera parte hablo de Lucy y, en la segunda, de Lucía. En la primera del desencuentro y en la segunda de aceptar las cosas después de haber descubierto el nudo, la fotocopia, la no aceptación del padre, por parte del padre; y ahí se lee que la historia se repite. En la segunda parte hay más diálogo sobre la nueva relación del papá, que deja las puertas abiertas para que la nena, devenida adolescente, vuelva cuando quiera, las puertas siempre van a estar abiertas, le dice; aunque sabe que la está perdiendo o ya la perdió. Es un texto sobre la pérdida, la falta; pero no desde la nostalgia, el lamento, sino desde la aceptación. Creo que la aceptación es una de las claves para vivir en paz y buscar la felicidad, que, en definitiva, es lo que persiguen estos dos personajes, cada uno por su lado.