martes, 8 de abril de 2025

Zambullida, de Salomé Wochocolosky


 

En los dieciséis relatos en primera persona de Zambullida, la voz de Salomé Wocholosky sumerge a quien lee en la construcción de una subjetividad que si bien se desentraña a medida que la narración avanza, también desde el comienzo se explícita, se desnuda, se deja ver. El procedimiento, que sigue la corriente aparente de la oralidad, arma en cada historia un puente entre la palabra y su fondo emocional. No frías conceptualizaciones, no análisis ni abstracciones, nada de esas zonas muertas que distancian. La frescura conjugada con la reflexión, la ternura extraída de la misma fuente del desamparo, el humor, el sentimiento de inadecuación, y la disidencia política -gordx, lgtbi, de género- se revelan como consecuencias de una lúcida sensibilidad, a veces descarnada: Vi en sus ojos lo que llevaban los míos, eso que después y ya antes había sentido, que se notó e intenté tapar: desprecio. Despreciándola me despreciaba. Efecto de interpelación y belleza produce la lectura de Zambullida, libro que también puede ser un dinámico anecdotario, un punteo de sucesos biográficos transformados por la ficción. Si un hilo cose todos los retazos con los que Wocholosky compone esta estampa conmovedora es el de la falta original: Una sed de amor, como se titula el último relato. Pero leer a Salomé puede sin embargo desconcentrarnos del dolor, por el rato que estamos frente a estás páginas dejarnos imbuir por el alivio de una literatura que batalla contra la dureza del mundo.

 

Paula Jiménez España



Salomé Wochocolosky nació el 6 de marzo de 1980 en el barrio de Villa Crespo. Estudió Sociología. Coordinó talleres de escritura y literatura en bachilleratos populares y en el Hospital de Emergencias Psiquiátricas Alvear. Militante y activista gorda y por las disidencias sexuales de género e identitarias. Escribe cuentos, crónicas, relatos y alguna que otra poesía.

 

Ilustración de tapa : Hexico 

Fotografía de autora : Noelia Monópoli



Cómo se puede querer tanto a alguien, de Tali Goldman

 

Un texto es una forma de atentado, en el sentido en que dinamita lo establecido, rompe con las seguridades preexistentes e instaura una nueva realidad, precursora, casi siempre más angustiante que la anterior. En las situaciones de peligro extremo, escribir es una manera de poner distancia de la tragedia, es digamos, un ansiolítico natural que nos regala el psiquismo para no sucumbir a la angustia.

Nuestra época, y nuestros contemporáneos, encarnan el déjà vu de un antisemitismo desinhibido como una forma de enfermedad social renovada, esta vez, bajo el signo del Bien y con el aval del campo cultural, cuándo no. El arte es también criminal, sobre todo cuando se proclama en nombre del Bien. Los relatos de Tali Goldman marcan una ruta posible en el mapa actual, una ruta policíaca, sin impostura, que investiga historias de vidas argentinas, judías, bajo la dictadura militar de Videla y el atentado a la AMIA.

En Cómo se puede querer tanto a alguien, las diversas crónicas se encastran como una Mamushka. Diana Malamud pierde a su marido en la AMIA y queda viuda con dos hijas. Pero antes de todo eso, en 1976, se exilia después de un terrible allanamiento en su casa y logra huir gracias a un operativo secreto, liderado por Dany Recanati. Un israleí que arriesga su vida y la de su familia para salvar a 400 argentinos judíos de la feroz dictadura en Argentina. Esa misma dictadura es la que arrebata a Ezequiel Rochistein del vientre de su madre. Décadas después, ya abogado y trabajando en la Fuerza Aérea, descubre que su identidad es otra: no es hijo de un militar, sino uno de los nietos buscados por Abuelas de Plaza de Mayo. En 2020, en plena pandemia, Ezequiel recibe una misión secreta que lo conecta con su pasado más hondo.

Como un documental en prosa, la escritura de Tali Goldman, nos muestra la aventura de los infiltrados, los agentes secretos y personas con falsas identidades, de ahí su valor testimonial pero también literario, en una época de enajenación de las identidades.

 

Ariana Harwicz


Tali Goldman (Buenos Aires, 1987) es Licenciada en Ciencias Políticas (UBA) y magíster en Escritura Creativa (UNTREF). Trabajó como periodista en la Revista Veintitrés, El Argentino, Radio Nacional y Futurock, entre otros. Actualmente es guionista de podcast y colabora en las revistas Gatopardo y Anfibia. En 2018 publicó La Marea sindical. Mujeres y gremios en la nueva era feminista (Editorial Octubre) que ganó el premio de la escuela de periodismo TEA en la categoría crónica periodística. Es autora del libro de relatos Larga Distancia (Concreto editorial) que obtuvo una mención especial en los premios nacionales del 2022. Publicó un perfil de Diego Maradona en el libro “Ídolos” (Editorial UDP), editado por Leila Guerriero. La crónica “Cómo se puede querer tanto a alguien” resultó ganadora del concurso por los diez años de La Agenda.

 

Fotografía de autora : Noelia Monópoli

Fotografía de tapa : Archivo personal de Diana Wassner